Firmas contra la salvajada de Coria
Dentro de poco en Coría, un pueblo de Extremadura, tendrá como todos los años, una de las fiestas mas crueles contra un ser vivo.
Se ha creado una iniciativa que se necesita 50000 firmas para evitar esta salvajada.
Si es posible, enviar el email a vuestros conocidos para que pueda impedirse éste tipo de festejos. Apelo a la gente que esté en contra de la tortura y el salvajismo y tenga una pizca de sentimientos y respeto la vida de un ser vivo
http://www.animanaturalis.org/modules.php?goto=Pvst0_447974967
Toro de Coria Lugar: Coria, Cáceres, España. Fecha: entre el 23 y 29 de junio cada año.
Según la leyenda, cada año por las fiestas de San Juan, un joven escogido a sorteo entre los de la ciudad era corrido por las calles y se defendía con dos navajas o puñales de los ataques de los demás. Casi siempre solía morir.
Pero un año le tocó en suerte al hijo de una rica dama del pueblo. Ésta, angustiada, lo cambió por un toro, y desde entonces, este cruel encierro es el centro de las fiestas de Coria. Actualmente, el toro deambula por el pueblo durante horas y recibe en sus carnes los dardos que le arrojan los vecinos con sus cerbatanas. Cuando su agotamiento le vence y se acuesta, los mas aguerridos mozos le cortan los testículos mientras agoniza.
Se ha creado una iniciativa que se necesita 50000 firmas para evitar esta salvajada.
Si es posible, enviar el email a vuestros conocidos para que pueda impedirse éste tipo de festejos. Apelo a la gente que esté en contra de la tortura y el salvajismo y tenga una pizca de sentimientos y respeto la vida de un ser vivo
http://www.animanaturalis.org/modules.php?goto=Pvst0_447974967
Toro de Coria Lugar: Coria, Cáceres, España. Fecha: entre el 23 y 29 de junio cada año.
Según la leyenda, cada año por las fiestas de San Juan, un joven escogido a sorteo entre los de la ciudad era corrido por las calles y se defendía con dos navajas o puñales de los ataques de los demás. Casi siempre solía morir.
Pero un año le tocó en suerte al hijo de una rica dama del pueblo. Ésta, angustiada, lo cambió por un toro, y desde entonces, este cruel encierro es el centro de las fiestas de Coria. Actualmente, el toro deambula por el pueblo durante horas y recibe en sus carnes los dardos que le arrojan los vecinos con sus cerbatanas. Cuando su agotamiento le vence y se acuesta, los mas aguerridos mozos le cortan los testículos mientras agoniza.
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